lunes, 26 de noviembre de 2007

¿Qué se entiende por Teología de la Liberación?














Definir Teología de la Liberación (TL) es algo sumamente complejo. Este concepto se encuentra teñido de un sinfín de matices que nos llevan a interpretaciones de diferente índole, ya sea a nivel político, social o cultural. Muchas de estas acepciones crean férreas oposiciones al movimiento.

Podríamos afirmar que TL es un movimiento que nació en los países del Tercer Mundo(1), en la década de 1960, con el fin de reivindicar la realidad del pobre oprimido por la injusticia social. Los principales exponentes de este movimiento propusieron una opción preferencial por los pobres (prójimo que necesita de nuestra ayuda) y una lucha permanente por el logro de la justicia social.

Las palabras anteriores pueden aproximarse vagamente a una simple concepción de la TL, puesto que su significado ha ido cambiando con su desarrollo a través de la Historia, enriqueciéndose.

Teología de la Liberación es un vocablo creado por Gustavo Gutiérrez. Este sacerdote sostiene que, para definir correctamente el término, es necesario analizar qué significa cada palabra que compone el concepto. En primer lugar, teología debe ser entendida en dos formas: teología como sabiduría y teología como conocimiento. Con esto, Gutiérrez nos quiere decir que en los primeros siglos de la Iglesia, lo que se conocía acerca de “teología” estaba íntimamente vinculado a la vida espiritual.


En la anitgüedad, teología estaba estrechamente ligada a un saber. A partir del siglo XII, teología comenzó a comprenderse como ciencia, como un conocimiento racional sobre Dios. Gutiérrez afirma que, actualmente, para hablar de teología se necesita de una conjugación entre el conocimiento y la sabiduría, entre la ciencia y la espiritualidad. A los ojos de Gustavo Gutiérrez, en la segunda mitad del siglo XX la teología adquirió una nueva función: debía actuar como una reflexión crítica de la praxis histórica a la luz de la fe. Sólo así el hombre lograría transformar su realidad circundante.

En segundo lugar, liberación posee tres niveles. Por un lado, expresa las aspiraciones de los oprimidos, poniendo énfasis en el aspecto conflictual de los procesos políticos, económicos y sociales que los ponen en desventaja con respecto a las clases opresoras. Además, , “liberación” debe aplicarse a una comprensión sobre la Historia, que provee un contexto dinámico y delimita los horizontes del deseo de cambio social. Las personas se constituyen a través de su vida y mediante la Historia. La conquista paulatina de la verdadera libertad conduce a la creación de una nueva humanidad y de una sociedad cualitativamente diferente. Esta concepción proporciona una mejor comprensión de lo que en la década de 1970 estaba en juego.

Por último, “liberación” permite otra aproximación, conducida por las fuentes bíblicas, que inspiran la presencia y la acción del hombre en la Historia: “(…) En la Biblia, Cristo es presentado como el que nos otorga la liberación. Cristo, el Salvador, libera del pecado, que es la última raíz de toda la ruptura de amistad y de toda injusticia y opresión. Cristo hace a la humanidad verdaderamente libre, esto es, nos permite vivir en comunión con Él. Ésta es la base del compañerismo”(2).

En conlcusión, según Gustavo Gutiérrez, en su edición reelaborada de Teología de la Liberación, perspectivas, este fenómeno constituye una reflexión crítica de la praxis histórica (o la acción del hombre en la Historia) a la luz de la fe (inspiración en las fuentes bíblicas).

A nuestro parecer, TL es un fenómeno que requiere de una definición más profunda de la dada en este artículo. Por este motivo, dedicaremos más de una sección al análisis de distintos significados que existen sobre el movimiento.




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(1) El Tercer Mundo es la denominación otorgada a los países Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos que no formaban parte del mundo desarrollado e industrializado que los hace líderes del Capitalismo.

(2) Gutiérrez, Gustavo. Teología de la liberación, perspectivas. (1971) Library Of Congress, Estados Unidos, 2006. XXI. p. 25.

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